El trastorno de adaptación es una respuesta desmedida intensa y mantenida en el tiempo ante una o varios eventos estresantes o cambios biográficos identificables; los cuales gatillan síntomas emocionales o conductuales. Los síntomas perduran en el tiempo aún cuando el evento estresante ya no este presente. En los niños se observan dificultades para adaptarse a cambios importantes como cambio de cuidad, país o cambios significativos en las personas que están a su cuidado.